martes, 20 de marzo de 2012


Edén García Reyes



Otomies del valle del Mezquital.

Del nombre

Se considera el término otomí como la forma moderna del vocablo arcaico totomitl, que aparece en totomihuacan y totomihuatzin, palabras del que representan aves flechadas. Algunos autores señalan que la palabra otomí deriva del nahua y significa cazadores que llevan flechas.

Los otomíes de la Sierra Oriental se autonombran n'yühü que proviene de n'yu que designa al grupo autóctono y del patronímico hü. En cambio, los otomíes del Valle del Mezquital se autodenominan hñä hñü de hñä hablar y hñü, nariz; es decir los que hablan la lengua nasal o los que hablan dos lenguas. El vocablo ñäñü, según ciertos autores, proviene de Otou, antepasado mítico, o bien se deriva del término othó, que significa "pueblo sin residencia".

Antecedentes históricos

A la llegada de los españoles los otomíes vieron la posibilidad de liberarse del imperio azteca, razón por la cual les dieron todo su apoyo. Quienes no quisieron hacerlo se retiraron hacia las montañas, desplazamiento que se acentuó cuando brotó una epidemia de viruela. Durante el siglo XVII la ocupación de sus tierras, seguida por el establecimiento de una misión, creó situaciones de inestabilidad; con la colonización de las montañas ocupadas por los chichimecas, se pretendió obligar a los nómadas a modificar su estilo de vida pasando de la cacería a la agricultura. Los misioneros trataron de convencerlos en forma pacífica, al mismo tiempo que los inducían al catolicismo. A cambio prometieron ayudarlos con la distribución periódica de artículos básicos, lo cual cumplieron pocas veces.

Al fallar el intento de los misioneros, los españoles optaron por acelerar la conquista. En 1700 invadieron tierras, convirtieron las propiedades de las misiones en pastizales o en tierras de cultivo, y a los otomíes en asalariados; quienes no se sometieron fueron asesinados u obligados a huir. A partir de ese momento los indígenas ya no estuvieron bajo la tutela de los misioneros, sino bajo la dominación militar española y racista. La situación empeoró para todos ellos con el desarrollo de la ganadería, los medios de transporte controlados y el acaparamiento de tierras.

Sin llegar a liberarse de la crueldad de la encomienda y de la vida servil, los indígenas del Mezquital fueron favorecidos por algunas circunstancias: la escasa riqueza de la zona no atrajo una inmigración importante de blancos; el territorio era marginal por la peligrosidad de sus confines; la baja densidad de población les permitió poseer terrenos amplios; su capacidad para negociar con los chichimecas los hizo casi indispensables, sobre todo durante los siglos XVI y XVII; el naciente desarrollo de la actividad minera permitió la creación de una cierta economía de mercado. Sin embargo, en 1700 fueron expulsados a zonas más áridas y marginales.

Además de esta difícil situación, el Mezquital fue escenario de violentas luchas entre realistas e insurgentes en el siglo XIX. Los otomíes participaron en enfrentamientos bélicos junto con los independentistas para resarcirse de la explotación, el despojo y los abusos de que habían sido objeto.

El movimiento de Independencia no mejoró en nada sus condiciones económicas. Los latifundios fueron divididos en pequeñas propiedades para los criollos y mestizos, y los indios siguieron en calidad de peones. La producción minera del estado de Hidalgo entró en crisis y muchos trabajadores emigraron a la Huasteca y Mineral del Monte, por lo que se registró un descenso de la población masculina. Durante los años más difíciles de la guerra, muchos otomíes fueron concentrados por la fuerza en Tulancingo.

A pesar de todo, este grupo ha sabido sobrevivir en el adverso medio del Mezquital. Su cultura proviene de la influencia de otras que, en determinada época, los sometieron y desplazaron, dejándolos aislados en el Valle del Mezquital y en la sierra de Tenango de Doria, en lo que corresponde al actual estado de Hidalgo. Los hñähñü nunca perdieron su lengua, crearon sus propios cantos, danzas, artesanías y su cosmovisión.

Localización

El Valle del Mezquital se divide a la mitad por la serranía de San Miguel, que se ramifica a su vez en diferentes desniveles: al norte, el Valle de lxmiquilpan, situado entre los 1 700/1 800 metros de altitud; al sur, el Valle de Actopan, levemente más bajo; al noroeste, una llanura que comprende la parte septentrional del municipio de Ixmiquilpan y el de El Cardonal sobre los 1 900 metros. Estos tres valles no son uniformes y comprenden otras plataformas en niveles ligeramente desiguales, separados por ondulaciones del terreno. Los montes que rodean al Mezquital son macizos con alturas entre los 2 500 y 3 000 msnm.

El Valle del Mezquital abarca 28 municipios, entre los más importantes se encuentran Actopan, Alfajayucan, El Cardonal, Chilcuautla, Ixmiquilpan, Nicolás Flores, San Salvador, Santiago de Anaya, Tasquillo y Zimapán. La población indígena está ubicada en estos municipios, sobre todo en las cabeceras municipales. También encontramos mestizos en las comunidades indígenas que son maestros, médicos, vendedores, curas, etcétera.

Lengua

La lengua otomí pertenece a la gran familia otomí-pame, grupo lingüístico cuyos componentes poseen historia y tradiciones culturales altamente diversificadas. Dentro de esta familia, existen cinco divisiones: 1) otomí-mazahua, 2) pame del norte, 3) pame del sur, 4) matlazinca-ocuilteco, y 5) chichimeca.

Organización social

En el Valle del Mezquital la familia por lo general es extensa (de 7 a 15 personas) La residencia es patrilocal, es decir, los hijos varones viven en la casa del padre. Las relaciones sociales en las comunidades del Valle se limitan a las reuniones ejidales y deportivas, a las que asisten los hombres.

El cambio de la situación socioeconómica en la región ha provocado una extrema rigidez entre la dicotomía civil y religiosa; la importancia de la jerarquía religiosa ha disminuido con respecto a la civil. Las responsabilidades de las autoridades del pueblo están siempre más ligadas a las instituciones administrativas actuales. El valor del cargo se refleja en el interior y el exterior de la comunidad, frente a la autoridad central.

El conjunto de los cargos públicos se integra en el marco del "ayuntamiento constitucional", cuya cabecera es el centro político, con el presidente municipal al frente. A nivel poblado los cargos varían y en orden de jerarquía ascendente son: mensajero, alguacil, policía, secretario y juez auxiliar.

Vestimenta



Alimentación

Alimentación. La alimentación entre los hñahñu ha sufrido una serie de modificaciones, incorporaciones y pérdidas de productos, así como cambios en las maneras de obtener y procesar los alimentos. En una región árida como la del Valle, donde los alimentos son difíciles de conseguir debido a la infertilidad de sus tierras, el optimizar los recursos existentes es de suma importancia. Las cosechas son escasas, sobre todo en la zona de temporal; los animales para la caza prácticamente han desaparecido, aunque persiste el referente de que “todo lo que se mueve se come”. Los alimentos vertebrales de la tradición regional se basan en el maíz, el pulque, el nopal y el frijol. En general, la dieta doméstica se compone, además, de verduras cosechadas del huerto o compradas en el mercado, y si la situación lo permite, de un poco de carne. El maguey se utiliza integralmente como alimento y, en menor medida, para la construcción de casas. El pulque y la flor de maguey son dos de los productos que todavía se consumen de forma cotidiana. En las regiones donde hay escasez de agua, es decir, en las comunidades más alejadas de la ciudad de Ixmiquilpan, donde la infraestructura carretera

y de transporte es incipiente, el

Vivienda

En el Valle del Mezquital todavía existe la construcción tradicional, hecha con materiales que les proporciona el medio ambiente, como son el órgano y la laja para las paredes, el ocotillo, la guapia y el maguey para las cercas; el achón y la palma para el techo, para el cual también se utiliza la lámina de cartón y de asbesto. Predominan las casas de piedra o tabicón, las cocinas, en los lugares más alejados, se construyen con varas de achón y pencas de maguey.

Cosmogonía y religión

A pesar de que todos los aspectos de la actual religiosidad otomí están influidos por el catolicismo, en las comunidades más aisladas y tradicionales, subsiste un sustrato mágico-religioso de muy probable origen prehispánico, cuyo proceso relaciona las deidades nativas con las cristianas: el culto a los muertos, el nagualismo, la causalidad de las enfermedades y aspectos relacionados con la cosmogonía hñähñü.

Al separarse de la organización civil, la organización religiosa ha perdido sensiblemente su autoridad en los puestos comunitarios de prestigio. La jerarquía de los cargos se ha vuelto más flexible e indiferenciada en cuanto a sus funciones: mayordomos, alféreces, sargentos, fiscales, cargueros, rezanderos, cantadores, sirvientes y otros que trabajan en el cuidado de la iglesia.

Fiestas

Desde la época Colonial, las fiestas católicas son un verdadero pivote secular de la vida comunitaria. En los territorios locales, la celebración del santo patrono es el símbolo espiritual de la coalición de pequeñas unidades familiares, vinculadas entre sí por relaciones de parentesco, vecindad y compadrazgo. Los diferentes aspectos del ritual católico están coordinados de alguna manera mediante una fiesta única del calendario anual.



Infraestructura

Una de las principales vías de comunicación es la Carretera Nacional 85 que va de la ciudad de México a Ciudad Victoria y a Nuevo Laredo, que comunica con El Arenal, Actopan, El Tephe, Ixmiquilpan, Tasquillo y Zimapán, Hidalgo.

Las comunidades del Valle del Mezquital tienen acceso a las carreteras federales libres, a la estatal de cuota y a la de terracería, aunque los poblados más lejanos utilizan veredas. En la comunidad de Panales hay una pista de aterrizaje para avionetas.

En el Valle se utilizan los sistemas de riego, de temporal y de aguas residuales. El distrito de desarrollo rural más grande es el 063, recibe un volumen aproximado de 1 800 000 m3 aguas residuales al año, y abarca una superficie total de 514 411 ha, de las cuales el 16.4% son tierras de riego; el 3.6% de temporal; el 48.9% son ganaderas y 3.1% forestales.

Las cabeceras municipales tienen servicio telefónico, telegráfico, correo, energía eléctrica, drenaje y escuelas de nivel preescolar, primaria, secundaria y media superior. Además, Ixmiquilpan recibe la señal de la radiodifusora de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antes Instituto Nacional Indigenista (INI), La Voz de la Huasteca, que transmite desde San Luis Potosí.

Entre los inmuebles públicos se pueden mencionar: la presidencia municipal, el hospital, la clínica de la Secretaría de Salud, iglesias, escuelas y albergues escolares.

. GRUPO DOMÉSTICO Y ORGANIZACIÓN COMUNITARIA

Las unidades domésticas son patrilocales, los hijos van a vivir a casa del padre cuando contraen matrimonio, hasta que consiguen la independencia económica o éste les da un terreno dentro o fuera del solar para construir su propia casa. Aunque los evangélicos han debilitado el nivel organizativo de las fiestas patronales, existe un sistema de cargos con mayordomías, encomendadas de realizar los festejos católicos. Asimismo, los grupos evangélicos, bajo la dirección de los pastores, se organizan para realizar sus festejos o construir sus templos. Hasta hace pocos años, en la comunidad del Decá los evangélicos tomaban como festejo importante el cumpleaños del pastor, a quien le regalaban lo mejor de la cosecha o de su ganado. El sistema de mayordomía, como parte de la organización comunitaria, está siendo reemplazado por los comités, los cuales, a través de la cooperación de los vecinos, organizan las diferentes fiestas, sobre todo patronales. Pero en algunas comunidades o ciertas celebraciones aún está vigente la mayordomía y conserva su importancia, como es el caso de la fiesta patronal del barrio de San Nicolás y la fiesta del Señor deJalpan, patrono regional. En los comités, la representación comunitaria ante el santo no recae enuna persona, a diferencia de las mayordomías. En esencia, los comités funcionan de manera similar a la mayordomía, ya que es gracias al trabajo comunitario que los festejos pueden llevarse a cabo.

IDENTIDAD Y PERTENENCIAS SOCIALES ADAPTACIÓN Y CAMBIO

La inserción de los hñahñus al mercado de trabajo en las zonas urbanas, tanto nacionales como en Estados Unidos, ha traído consigo una serie de cambios que han modificado todos sus elementos culturales. Se observan cambios en diferentes manifestaciones de la vida cotidiana, como el uso de la lengua, la alimentación, la música y la danza. Estas modificaciones evidencian la adecuación de la cultura hñahñu a la nueva realidad social que viven en sus comunidades, así como en los lugares de destino. Lengua. El uso de la lengua constituye uno de los principales referentes de identidad, tanto al interior como al exterior del grupo. Para el caso de los hñahñus del Valle del Mezquital, la lengua se encuentra en una situación de marginalidad, sobre todo entre las generaciones de jóvenes, quienes no quieren o no saben hablarla. Sin embargo, en las unidades domésticas y en las reuniones comunitarias aún es utilizada como el medio de comunicación entre los adultos. Encontramos en algunas familias la enseñanza simultánea del español y el hñahñu a niños que están aprendiendo a hablar. Aunado a esto, grupos de profesores bilingües realizan el esfuerzo de rescatar la lengua a través de cursos y talleres dirigidos a personas que se interés en no sólo en hablarla sino en escribirla, porque a decir de los maestros“ es un problema que no sepan escribirla, porque se va a perder más fácil nuestraEn las escuelas primarias bilingües los profesores, por medio de encuentros con escuelas de otras comunidades, motivan a los niños a escribir cuentos, adivinanzas o alguna anécdota de la comunidad en hñahñu, y de esta forma también motivan a los padres al reencuentro con su lengua, al mismo tiempo que revalorizan la tradición y cultura del grupo. El Himno Nacional Mexicano es enseñado y cantado en hñahñu en las escuelas de educación pública. Las reuniones comunitarias, principalmente donde la injerencia de mestizos no es importante, se realizan en hñahñu, ya que permite una mejor comunicación. La lengua también es utilizada como un símbolo de resistencia, es la manera en que marcan la diferencia entre ellos y los otros. La utilizan en las transacciones comerciales, en los asuntos de interés público, así como en el ámbito privado de la unidad doméstica. Si bien el hñahñu aún es un idioma que se habla entre los habitantes del Valle del Mezquital, hay una clara percepción de la pérdida de su uso entre las recientes generaciones. Sin embargo, la migración está ayudando a que se le dé un nuevo impulso y vigor entre los hñahñus que se encuentran en Estados Unidos, según pláticas sostenidas con familiares de migrantes y con ellos mismos, así como de acuerdo con estudios que se han hecho en los lugares de destino han formado organizaciones hñahñus con un fuerte arraigo hacia sus comunidades, que auxilian a los trabajadores mientras residen en el extranjero, además de constituir un capital político para los gobernantes, ya que participan en los eventos que realizan en Estados Unidos llevando grupos musicales hñahñu. Además, gestionan ante las autoridades estadounidenses facilidades a fin de llevar alimentos del Mezquital para compartirlos en las fiestas. Ello ha propiciado un acercamiento entre gobernantes y gobernados y ha estrechado los lazoscomunitarios y regionales.



Salud

"Según el mal es el remedio...". La medicina doméstica ha jugado un papel importante para mantener el equilibrio biológico-social de la comunidad; el uso de la herbolaria es cotidiano. Este conocimiento empírico se aplica en enfermedades como dolor de cabeza, de estómago, cuerpo cortado, temperaturas, fríos, espantos y torceduras. Se cuenta con recursos terapéuticos como infusiones, masajes con cremas y bálsamos.

Su organización social es patrilocal, los hijos casados después de vivir un tiempo con sus padres, construyen su propia vivienda muchas veces en un terreno cedido por éstos. La construcción de la misma se lleva a cabo con la colaboración de la familia, o bien con la ayuda recíproca entre los vecinos. En general, las casas tienen de 6 a 12 metros de largo por 3.5 a 4 de ancho, y están compuestas de una o dos piezas que sirven de estancia, comedor y dormitorio (hay casas donde la cocina es exterior, en otras se cocina en la misma pieza). Son contadas las casas que tienen letrina.

Artesanías

Ésta es una actividad complementaria y se comercializa en los mercados locales. En Ixmiquilpan y sus alrededores utilizan el carrizo para la elaborar canastos, macetas, cavas, percheros, etcétera, y la fibra del maguey para estropajos y ayates; en Ixmiquilpan hay una tienda artesanal hhähñü (Cooperativa SEDAC-COVAC) Se trabaja la vara de sauz para la elaboración de chiquihuites, la palma para sombreros tejidos y cosidos a mano, y las tradicionales sonajas en forma de palomas. Algunas comunidades del municipio de Alfajayucan hacen cántaros de barro para el agua o el pulque.

Territorio, ecología y reproducción social

En el Valle del Mezquital, los diez municipios con mayor número de población indígena abarcan 1 665 km2. El Valle forma parte de la provincia fisiográfica llamada Meseta Neovolcánica y se halla en la zona adyacente a la vertiente occidental de la Sierra Madre. Su aspecto actual es el de un gran valle de fondo desigual coronado por montes, a veces formados por rocas volcánicas. El Mezquital es una prolongación del Valle de México al norte del Distrito Federal. Se encuentra en la parte central del estado de Hidalgo, limitado al norte por la Sierra de Juárez; al este por la serranía que va del Cerro del Fraile a la sierra de Actopan; al sur por la serranía Mexe, y al oeste por la sierra del Xinthé.

El Mezquital se sitúa básicamente en la cuenca del río Tula, que es la principal corriente de agua en la vertiente oriental; el río Motecuzoma corre casi fuera de los confines del Valle. El río Tula va en dirección sur-noroeste, recibe algunos afluentes como los ríos Alfajayucan y San Juan, y hay un grave problema de contaminación de sus aguas. Existen fuentes termales como las del Tepeh y Dios Padre, de agua mineral caliente. A pesar de las corrientes de agua y las fuentes termales, el Valle es seco y polvoriento, de un terreno arcilloso, donde sólo hay verdor en las riberas de los ríos. Del polvo y las piedras surgen los pobres campos de maíz y maguey.

El plan de riego propuesto por el gobierno ha convertido, de manera lenta pero constante, la estepa en terrenos irrigados. Las aguas negras provenientes del Distrito Federal son utilizadas para regar y esto genera algún ingreso a los indígenas que rentan sus tierras, además son utilizadas para abrevar el ganado. El uso de estas aguas representa una posibilidad de sobrevivencia para la población del Mezquital, y un gran negocio para unos cuantos acaparadores de tierras y aguas.

En la llanura el clima es estepario, y en las cimas hay mayor humedad. La temperatura media anual oscila entre los 180C y 90C, y muestra amplias variaciones; el periodo de heladas es de noviembre a febrero. Los niveles máximos de precipitación pluvial se alcanzan en junio y septiembre. En Ixmiquilpan las precipitaciones varían entre los 217 y los 77 mm.

El fondo del valle tiene un subsuelo profundo, que ha permitido la agricultura desde tiempos prehispánicos, por esto la vegetación está muy alterada. Aparte de los campos cultivados predominan los arbustos espinosos y agaves fibrosos; árboles como el pirú de uso mágico, algunos frutales y el mezquite usado como forraje o alimento. La planta más generosa es la de maguey, a la cual se le dan múltiples usos. Las pendientes a barlovento de los montes están llenas de bosques de pinos y encinos; las que están a sotavento se encuentran cubiertas de matorrales.

La fauna de la zona es escasa, encontramos: conejo, coyote, liebre, zorra, armadillo, tlacuache, ardilla, víbora de cascabel y aves como el águila, halcón, tordo y palomas.

Los cultivos más rentables son las hortalizas, cuya siembra, según los especialistas, ha provocado un grave desastre ecológico. Cada grupo familiar, entre propiedad privada y terreno en usufructo ejidal, dispone de un lote total de 2 ha en promedio. Su economía se sustenta en la agricultura de temporal y en el trabajo asalariado. La ganadería se practica en pequeña escala y la artesanía es una actividad complementaria.

El cultivo más importante es el maguey; se produce, además, maíz, frijol, nopal, calabaza y garbanzo; éstos constituyen la base de su alimentación, que complementan con hierbas, frutos y animales silvestres.

El día de plaza en Ixmiquilpan, considerado el centro económico más importante del Mezquital, es el lunes; la gran mayoría de los comerciantes son mestizos y sólo algunos indígenas llegan a vender.

La principal actividad agrícola es la siembra de hortalizas y de alfalfa; se usan implementos agrícolas tradicionales como la coa (de origen prehispánico) y la yunta, así como modernos, como el tractor. Éstos pueden ser propios o colectivos.

La baja productividad agrícola y la carencia de industrias en la región han obligado a los otomíes, desde hace tiempo, a emigrar en busca de trabajo asalariado. Hasta hace poco tiempo esta migración se dirigía al Distrito Federal y zona metropolitana, donde los hombres se empleaban como peones de albañil y las mujeres como trabajadoras domésticas. En la última década la migración se dirige también a Estados Unidos.

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